Transeśntes literarios
  Odas
 

ODAS



HOMBRE DE LA VERDE LUZ
DEL AGUA
(Al poeta Juvencio Valle)
                                       en “De el Hombre en la Ladera”
 
Rostro de niño venturoso
ojos risueños de acogedor camino
Árbol perenne y serpenteado
dame tu pan de anchurosa espuma
 
Juvencio roble emergido en el silencio
Desgarrador grito de la aurora
Carpintero aserrador del viento
Azotado madero cantando en su silbido
dame tu provincia de pinos
despuntando el día
 
Molino subterráneo erguido en la ladera
Flauta del sur sonando en el sendero
Hombre de la verde luz del agua
“Pájaro perdido” en la explanada
Dame la raíz hombre de la tierra
Dame las llaves de los bosques todos.

 
LE LLAMABAN DEL AIRE
(Al poeta Juvencio Valle)
enEstación al atardecer

Le llamaban del aire
era “el hombre pan”
y era la hora del hombre
en la ladera
 
Nadie dijo su nombre
cuando conoció
la historia de la mejilla
 
Entonces fue
que le pusieron al madero
entre cuatro paredes
entre el mármol y el techo
entre archivadores y timbres
trayendo páginas muertas
 
Pidió a gritos
le alargaran una rama
Pidió exorcismo y amuletos
Yerbas sureñas
Pidió un caballo en galope
 
El supo del acoso y la tormenta
y sacudió su melena
“llovido como un pájaro”
 
Se desprendió de arrugas pálidas
de su traje de notario
 
Avanzó a las estaciones
con su único equipaje
y primitivo, infatigable
de pié por el sendero
retomó el aire
 
Retornó a su tierra
como un pájaro
 
Era “El hombre pan”
y era la hora, del hombre
en la ladera.
 
                  ***

ROLANDO CARDENAS
 
¿Qué será de ti Rolando?
¿Estarás en una mañana, empapado de alba?
¿Remontarás luciérnagas mientras
los poetas quiebran sus versos?
O te vienes a Nueva York 11[1]
esa de Teillier
y su árbol de la sangre
esa de Mardoqueo
en su locomotora de Araucanía?
esa,  de Ferrero y su gato amarillo
y ahí, apegados a la barra
navegantes a medio día sueñan?
 
Verdad que vienes a hermanarte
buscando sus pasos
cuando nadie pernocta?
 
Háblame de ti Rolando
dame tu palabra
Háblame de las cosas ciertas
cuéntame del hechizo
 
(la verdad es que los versos
sangraron aquella tarde
que como Marilyn extendiste tu mano
hasta el teléfono
La única diferencia es que tú
pudiste hablar
aunque nadie te escuchara)
 
Vamos Rolando levántate
Cuéntame “hombre cotidiano” [2]
de tu vaso
de las colinas y el suburbio desgarrado
de cómo te inclinas sobre las hojas
Cántame tu “corazón de escarcha”, [3] hermano
 
Vamos Rolando dobla tu rodilla
                trae el viento
echa a andar tu armadura
surge como un silbido
sacude tus párpados
Ríe conmigo mientras arreglas tus cabellos
 
Toma la forma y dame el agua
y comienza a contarme
lo que no pude conocer de tus versos
y charlemos, de aquellos
que sacabas, humildemente
de tus bolsillos
¡Hombre! ¡Pequeño Gran Hombre!
¡Qué grandes versos alojabas a tu pecho!
 
¿Aquí?..., todo está igual como siempre Rolando
En el “Refugio” [4] la llama no se extingue
aunque no es lo mismo; la botella
tiene
       otro sabor.

                         ***


ODA A FEDERICO GARCIA LORCA
 
Te has levantado, hermano
“como el viento que nunca duerme”, dices
porque te persigue el amor
y el sol te gira con tus camaradas
como al viejo Whitman
 
Más allá de Granada, la resistencia
de tu pecho, hace una cita con el hombre
 
Nadie anduvo, como tú los caminos
chapoteando las estrellas
 
Acostumbrado a los olivos y a las flautas
entras en las casas en el resplandor de los pinos
 
¿Quién te enseñó a ser la fortaleza
de la metralla?
¿A defender la trinchera del moribundo?
 
Ya es hora que pase por tu frente
la canción no inventada, más allá de la palabra
 
Yo te saludo, como suelen hacerlo los discípulos
 
Por ti, el “Rey de Harlem” vuela lejos de Nueva York
Por ti, los gitanos van desnudos y gastados
asomándose a los puertos
bebiéndose todas las baladas
más allá de la lengua
que comienza en tu boca
 
Por ti, mi corazón corre
a encontrar los barcos desatados.
 
                 ***



[1] Nueva York 11: . Bar, lugar acostumbrado de los poetas y donde solían ir los poetas
     nombrados.
[2] Hombre cotidiano:
Poema de Rolando Cárdenas.
[3] Corazón de escarcha: Canción chilota que acostumbraba cantar el
poeta Cárdenas,
      como característica.
[4] Refugio: Lugar en la   Sociedad   de   escritores   de   Chile,   donde 
acostumbran
     a compartir los poetas y lugar preferido de Rolando.



                                                                                                                 
@Magdalena Fuentes Zurita
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Propiedad Intelectual.

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