Transeúntes literarios
  Domingo Gómez Rojas
 

DOMINGO GÓMEZ ROJAS
(1896-1920)



 
DIVINIDAD
Como un milagro siento que la vida
florece con la sangre de mi herida .
(Sobre mi corazón pongo la mano…
Siento como se pudre mi tristeza)
El éxtasis de dios no está lejano.
(Tiembla mi corazón estremecido:
sobre mi corazón Dios se ha dormido).
 
 
ÉXTASIS
Ante el santo paisaje me detengo
con la solemnidad de alguien que mira
la belleza de Dios, ¡virgen desnuda¡
Y como blanda mano sobre el labio,
siento que la palabra se me interna
como un grumo de miel y que me callo.
Y así, frente al paisaje, sólo siento
la sensación imperceptible y diáfana
de no sentir la carne ni la vida…
¡Y el éxtasis de Dios me inunda todo¡
 
 
MISERERE
La juventud, amor, lo que se quiere,
ha de irse con nosotros: ¡Miserere¡
La belleza del mundo y lo que fuere,
morirá en el futuro ¡Miserere¡
La tierra misma lentamente muere
con los astros lejanos ¡Miserere¡
 
Y hasta, quizás, la muerte que nos hiere
también tendrá su muerte: ¡Miserere¡
 
 
ELEGÍA
Madre: cuando haya muerto nuestra carne y el mundo
cuando armoniosamente lo invisible y profundo
nos lleve por divinas ascensiones de escalas:
supervive la esencia de mi triste palabra,
supervive tu amor, pues en él me consagro
para la vida eterna, y espero que Dios abra
para tus santidades las manos del milagro;
y cuando nos gocemos de la vida futura,
supervive el pasado de este valle desierto
para que entonces, juntos lloremos con dulzura
por esta tierra de hoy, que será un astro muerto…


AUTORETRATO
La voluntad divina que echó a rodar los astros 
la que empujó a la vida, la que a la muerte encierra
con mil signos de estrella predestinó los rastros
de mi ruta mortal y fatal por la tierra .
El horóscopo azul de invisibles cadenas
-bajo cielos inmensos , eternos y profundos-
vertió en mi forma humana la sangre por las venas
y sometió mi carne al ritmo de los mundos .
Con horror nunca visto me enfermó de tristeza,
con  filtro envenenado vació mi frente oscura
y puso en mí estas ansias por la inmortal belleza
y esta sed implacable por la vida futura.
Y ruedo por la tierra con una fuerza extraña
que me empuja al camino y ensangrienta mis huellas,
pone flores y espinas y dolor de montaña
en mi amor miserable por pastorear estrellas.
Y camino ...camino.  Por la noche y el día
sobre mi sombra el tiempo su ácido negro vierte;
yo sé que, fatalmente, por la tierra sombría
soy un muerto que vive esperando a la muerte.


Un 4 de agosto, en Santiago de Chile nace José   Domingo, hijo de Lucía Rojas del Campo y de Germán Gómez Guzmán. Un 29 de septiembre a las 10:30 horas muere a los 24 años con la razón perdida, producto de brutales torturas recibidas en la cárcel.
1908.- Inicia sus estudios de humanidades (enseñanza media) en el liceo Manuel Barros Borgoño, habiendo cursado estudios básicos en la Escuela Superior de Hombres Nº 9.
Desde muy temprana edad, se manifiesta en el adolescente el amor hacia sus semejantes Su creación poética surge dolorosa, desgarrada en la búsqueda interior por la justicia tan anhelada hacia las clases obreras.
1912.- Colabora en el periódico El Cristiano de la Liga Metodista Episcopal de la Costa del Pacífico.
1913.- A los 16 años, publica Rebeldías Líricas.

 
            En esta edad de los dolores
              de los obreros parias
                       la edad de los explotadores,
            es la edad del acero…
                                 humanidad doliente:
¿no sientes los dolores, la vergüenza en tu frente?


Ingresa, este hijo de modesta familia, a la Universidad de Chile, en la Escuela de Leyes. Estudia en esta misma Universidad Pedagogía en castellano.
1916.- toma el seudónimo de Daniel Vásquez.
1917:- Pedro Prado lo destaca en la revista de Los Diez. Se une al grupo Selva Lírica que selecciona seis de sus textos poéticos en la antología del mismo nombre, siendo celebrado como:
 “… un visionario de las cosas misteriosas y ultraterrenas…sus poemas breves, entrañan ideas trascendentales expresadas con un bello esplendor que aparece realzado por la aristocracia de su estilo” (Extracto de la critica literaria).


CREPÚSCULO

I

Frívolos madrigales de las sutiles rosas

ritman en los jardines las musas de belleza

y comulga en los ritos del alma de las cosas

como una ofrenda triste mi llanto: voz que reza.

En las gamas exóticas de la tarde doliente

finge la luz un iris -raro florecimiento

crepuscular-. Y pasa rozándome la frente

el murciélago sombra en las alas del viento…

La sombra ya penumbra la arena de las sendas,

perfúmanse de rosas los líricos jardines

y reinan en las pantas fabulosas leyendas.

Los nocturnos de seda de ignorados violines.

¡Crepúsculo de ensueño y evocación de amadas!…

La tarde con mi espíritu la comunión empieza

y al final, como epílogo de oraciones rezadas,

dominará en mí la sombra, la noche, la tristeza

Noche:

II

Como una enorme sierpe sus escamas de plata

desenrosca la noche; como raras pupilas

de luz, en los azules, su estelación desata

el infinito… El viento va girando las lilas

¡El recuerdo una amada que se fue…!

Y en la fría

nostalgia -voz de tumba- un suspiro que se arranca

en las alas sutiles de la melancolía

que empuja los lirismos de una tristeza blanca…

¡El recuerdo: unos labios mortales…! se deshoja,

perfumando de rosas, un rosal florecido…

¡Unos labios mortales y una rosa muy roja

pusieron en mi carne besos de amor y olvido…!

III

Despiertan los aromas nocturnos… (Los enanos

juegan con princesitas en sus reinos)…(Las rondas

de sátiros y ninfas tomadas de las manos

fraternizan -mintiendo- en las sagradas frondas)

IV

La luna mis ensueños, romántica, ilumina.

Las rosas a la luna protestan sus querellas,

y un paisaje interior se difumina

en florecimiento de mágica estrella.

(12-III-1914)


La madre fue otra gran motivación para el espíritu del poeta, a quien expresa su amor, su desagarrado dolor en varios textos:

Como tú eres eterna, como tú eres divina,
como sobre tu frente caminaron los astros,
me creaste divino por gracia peregrina
la eternidad sumisa, seguirá nuestros rastros
 
 
El amor a la mujer amada toca también profundamente el corazón del joven poeta:
 
Yo amo la vida porque es santa y es buena,
porque en la vida pude mirar la luz del sol
y porque vi. el milagro divino de sus manos
y porque son sus manos un prodigio de Dios
 

1920.- Los tiempos son difíciles, las clases proletarias están en rebelión por todo el país y se organizan previéndose un triunfo de estos sectores en las presidenciales. Surge la estrategia política y se inventa una invasión extranjera desde el gobierno, movilizando tropas a la frontera norte. Hechos conocidos como La Guerra de don Ladislao (Por el Ministro de Guerra Ladislao Errázuriz).
La Federación de Estudiantes denuncia la maniobra a través de su semanario Claridad.
Los estudiantes exigen a las autoridades decir la verdad de la movilización de los reservistas.
El 21 de julio frente a la casa de gobierno, un senador de la república exalta el valor patriótico de: “…valerosos hombres que partieron a la zona norte” mientras indica enérgicamente la Federación de Estudiantes: “..a pasos de aquí están esos malos chilenos , más peligrosos que el enemigo extranjero…” La multitud enardecida se dirige a calle Ahumada 73, sede de los estudiantes. Allí se encuentran Roberto Meza Fuentes, Pedro Gandulfo, Rigoberto Soto, Arturo Zúñiga, y José Lafuente Vergara. Todo es destruido, muebles, biblioteca donde se encontraban originales de la revista Juventud, una de ellas seleccionada por Juana de Ibarbourou y correspondencia de M. de Unamuno. Hasta el piano es arrojado por la ventana.

El movimiento estudiantil, preocupado del campo estético del arte literario y de otras expresiones artísticas como la música y la plástica, a través de sus revistas Claridad y Juventud promovía el llamado arte nuevo o de vanguardia publicando escritos de o sobre Baudelaire, Rimbaud, Apollinaire, Verlaine, Proudhon, Nietzche, Debussy, Marx, Camilo Mori, el grupo Montparnasse y otros. También    se preocupaba de la parte sociopolítica, siendo vanguardistas en ambos aspectos. En estas revistas colaboraban Pedro Prado, Domingo Gómez Rojas, Neruda, Huidobro, Fernando García Oldini crítico de arte que valora a los nuevos autores y corrientes artísticas.

La generación del año 20, marca una época social y política en el mundo. Chile no estaba ajeno a los procesos. El poeta Gómez Rojas, gran orador, quien se había convertido en líder de su generación que deseaba cambiar el mundo, es detenido 3 días después de ser atacada la Federación de Estudiantes. El poeta, integrante de los dirigentes estudiantiles sería la víctima expiatoria para controlar la urbe. Acusado de “atentar contra la seguridad interior del estado” enfrenta con su verdad y fumando, al severo juez Astorquiza, quien lo abofetea por insolente y ordena engrillarlo, enviándolo a prisión. Durante el tiempo que permanece en la cárcel, es sometido a torturas, entre ellas, en el patio Siberia desnudo por las noches es expuesto a las bajas temperaturas de invierno, siendo baldeado con agua fría, consecuencias que lo llevan a padecer meningitis y pulmonía, entre otras enfermedades y posterior locura. Es trasladado a la Casa de Orates, entre desgarrados gritos de dolor, el 28 de septiembre, falleciendo al día siguiente, a los 24 años de edad.
 
Durante el tiempo que permanece en la cárcel, a pesar de estar engrillado, escribe en las paredes de la habitación con los elementos que puede, incluyendo sus uñas, variados poemas donde exalta el amor y pide a Dios perdone a quienes lo han torturado.


El 26 de agosto de 1920 escribe en prisión Protestas de Piedad:
     
                                 I
En esta cárcel fría donde los hombres me trajeron
en donde la injusticia de una ley nos encierra
he pensado en las tumbas donde se pudrieron
magistrados y jueces que hoy son polvo en la tierra.       
Magistrados y jueces y verdugos serviles
que imitando, simiescos, la Justicia Suprema
castraron sus instintos y sus signos viriles
por jugar al axioma, a la norma al dilema.
Quisieron sobre el polvo que pisaron, villanos
ayudar al demonio que sanciona a los muertos
por mandato divino y en vez de ser humanos
enredaron la urdimbre de todos los entuertos.
Creyeron ser la mano de Dios sobre la tierra,
la ira santa , la hoguera y e látigo encendido
hoy duermen olvidados bajo el sopor que aterra
silencio, polvo, sombra, ¡olvido! ¡olvido! ¡olvido!

                                     II
Y pienso que algún día sobre la faz del mundo 
una justicia nueva romperá viejas normas,
y un futuro inefable, justiciero y profundo
imprimirá a la vida nuevas rutas y formas.
Desde esta cárcel sueño con el vasto futuro
con el tierno sollozo que aún palpita en las cunas,
con las voces divinas que vibran en el puro
cielo bajo la luz de las vírgene lunas.
Sueño con los efebos que vendrán en cien años
cantando himnos de gloria resonantes al viento;
en las futuras madres cuyos vientres extraños
darán a luz infantes de puros pensamientos.
Sueño con las auroras, con cantos infantiles,
con alborozas vírgenes, con bautismos lucientes:
que los astros coronan a las testas viriles
y su claro de seda es un chorro en la frente.

                                    III
Desde aquí sueño, Madre, con el sol bondadoso
que viste de oro diáfano al mendigo harapiento
con las vastas llanuras, con el cielo glorioso
con las aves errantes, con las aguas y el viento.
La libertad del niño que juega sobre el prado,
del ave que las brisas riza con grácil vuelo;
del arroyo que canta, corriendo alborozado :
del astro pensativo bajo infinito cielo.
La libertad que canta con las aves y es trino,
con los niños, es juego; con la flor, es fragancia;
con el agua canción, con el viento divino
véspero, errante aroma de lejana distancia.
Todo es nostalgia, Madre, y en esta cárcel fría
mi amor de humanidad, prisionero se expande
y piensa y sueña, y canta por el cercano día
de la gran libertad sobre la tierra grande.
 
 
José Domingo Gómez Rojas tuvo generosidad de nobleza e ideales libertarios donde Dios siempre estaba presente, ese Dios con el cual se identifica como Cristo en su agonía.
 
DESNUDO
Al morir, moriré con los brazos abiertos
porque he sufrido todos los dolores divinos
no llevaré mis manos juntas como los muertos.
He sangrado en las cruces de mi propio camino
 
YO TE PERDONO
Acercose hasta mí, mirome un rato,
tembló su labio en su queja muda
y yo vi en su pupila el fiel retrato
del que pide perdón por, vacila y duda.

Entonces vi rodar por su mejilla
una lágrima ardiente cuya huella
tenía aquel fulgor que tanto brilla
cuando rasga el azul fugaz estrella.

Y temblando me dijo: Visionario,
no albergues en tu pecho negro encono,
acuérdate del mártir del Calvario
sé como Cristo y dí: ¡ yo te perdono!

Y mis ojos miró con mucha pena ...
-¡que al llanto de mujer yo no resisto!
y al besarla pensé en Magdalena
y pensé que también yo soy el Cristo...


Antes de enloquecer, perdona a quienes lo martirizaron, dejando testimonio de ello en su último poema escrito en la cárcel el 28 de agosto de 1920.
 
(Fragmento)
Yo que tengo lejanos jardines en la luna
y reinos invisibles en estrellas lejanas
y princesas dormidas de embrujada fortuna
y reinos interiores y cosas extrahumanas;
Yo que tengo un silencio de armonía profundo,
gravitando con ritmo de misterio en mí mismo;
yo que siento y que vivo la belleza del mundo:
jamás podrán hundirme en el “pequeño abismo.”
Basta que mire al cielo y llame a las estrellas
para arrullarlas dentro del corazón transido;
hasta que, cara a cara, diga a Dios mis querellas
para que Dios conteste: “¡Hijo! ¿Te han afligido?”
Por eso nada importa Madre, que a tu buen hijo
Los pobres hombres quieran herir. ¡Piedad por ellos!
¡Piedad! ¡Piedad! ¡Piedad! Mi amor ya los bendijo:
Que la luz de los astros les peine los cabellos.
 
José Domingo Gómez Rojas, deja tres libros terminados: La Sonrisa Inmóvil, Las Fuentes Encantadas y Los Jardines de la Muerte.
 
 
© Magdalena Fuentes Zurita
Derechos reservados. Prohibida su reproducción sin citar fuente y autorización de la autora de esta investigación.
 
 
   
 
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