(4) vagabundo: Se lee también la idea de vivir como desterrado.
Porque es hermoso que muera en las primeras filas cayendo
el varón valiente, combatiendo por su patria,
Al que abandona su propia polis y los fértiles campos
pordiosear es lo más terrible entre todas las cosas,
extraviado con la madre amada y el padre anciano
y con los hijos pequeños de la legítima esposa.
Detestable será entre aquellos, a quienes él vaya,
cediendo a la debilidad y a la aborrecida pobreza,
avergüenza a sus genos (3) y degradasu hermoso aspecto
y toda deshonra y desgracia le acompañan.
Si realmente ninguna consideración ni dignidad ni respeto
ni compasión hay cuando el hombre anda como vagabundo (4)
con coraje por esta tierra luchemos y por los hijos
muramos, no ahorrándonos ninguno de nuestros alientos vitales.
Oh jóvenes, bueno, luchad permaneciendo el uno al lado del otro,
ni seáis los primeros en la huida vergonzosa ni el miedo,
sino que haced grande y valiente al corazón en vuestros pechos
ni améis tanto vuestras vidas, combatiendo con hombres,
y de los más viejos, cuyas rodillas ya no son tan ágiles,
no huyáis desamparando a los caídos en tierra,
porque es vergonzoso realmente esto, que en las primeras filas cayendo
quede tendido delante de los jóvenes el más anciano,
que tiene ya blanca su cabeza y canosa la barba,
exhalando su espíritu valiente en el polvo,
y los ensangrentados testículos afirmando entre sus amadas manos
-cosas estas vergonzosas a los ojos y al verlas hay que indignarse-
y su cuerpo desnudo. Pero a un joven todo le es propicio
mientras conserve la brillante flor de la amada juventud
al verlo es digno de admiración entre los varones, y deseado por las
mujeres
mientras está vivo, pero hermoso cuando cae en las primeras filas.
¡Bueno, el que va a combatir como es debido permanezca en ambas
piernas
apoyado sobre el suelo, su labio con los dientes mordiendo!
(Edmonds I, 10 Rodríguez Adrados I, 6 (6+7 D)
ARQUÍLOCO DE PAROS
( S. VII, fl .c 648 a. C.)
6 D
Con mi escudo alguno de los tracios se vanagloria, el cual junto a un matorral,
arma intachable, abandoné no queriendo,
pero yo me salvé. ¿Qué me importa el escudo aquel?
¡Que se vaya al diablo! De nuevo me compraré uno no peor.
79 a D
Golpeado por las olas,
ojalá que los tracios, de alta cabellera,
muy alegremente lo encuentren en Salmideso,
desnudo y congelado por el frío,
donde muchos males lo colmarán
comiendo el pan que es propio del esclavo;
y que muchas algas del mar espumante
lo cubran, y ojalá que, al borde
de un alto acantilado donde revientan
las olas, castañetee los dientes,
como un perro que yace de hocico
en el suelo, fatigado por la falta de fuerzas.
En estas condiciones quisiera verlo,
porque él me hizo daño y pisoteó
los juramentos, siendo antes mi amigo.
104 D
Desventurado yazgo por este amor apasionado,
sin aliento, y a causa de los dioses por tormentos difíciles de soportar
traspasado hasta los huesos.
MIMNERMO DE COLOFÓN
(S. VII, fl. c 630 a C)
¿Qué será de la vida y qué sería placentero sin la aura de Afrodita?
Ojalá me muriera cuando ya no me importen estas cosas
el amor furtivo, los dones dulces como el amor y la cama,
estas cosas son las flores seductoras de la juventud
para hombres y mujeres. Cuando sobreviene la penosa
vejez que hace al hombre deforme y al mismo tiempo feo,
siempre funestas preocupaciones atormentan sus sentimientos
y contemplando los rayos del sol no se alegra,
es odioso para los jóvenes y despreciado por las mujeres.
Así de terrible estableció la vejez un dios.
(1D. Edmonds I, A’1-3.R Andrados I,1.J Ferraté 10)
SOLÓN DE ATENAS
(S. VII, nace c.640 y muere después de a 560 a. C.)
Eunomonía (Fragmento)
Nuestra ciudad por destino de Zeus jamás perecerá
ni por las voluntades de los felices dioses inmortales,
porque tan magnánima es la vigilante, de padre poderoso,
Palas, Atenea la que sus manos encima tiene.
Pero los propios ciudadanos destruir la gran ciudad
con sus insensateces quieren, por las riquezas seducidos,
y la injusta manera de pensar de los conductores del pueblo,
para quienes están dispuestos que por su gran soberbia muchos sufrimientos
padezcan, pues no saben contener la saciedad
ni ordenar los placeres en la tranquilidad del festín cotidiano.
(Edmonds I, 4..3 D)
EMÓNIDES DE AMORGO
(S. VII, fl. c. 630 a. C.)
(Fragmento)
Distinto hizo el dios el modo de pensar de la mujer,
desde un principio. A una la hizo del chancho de cerdas largas,
manchada por la suciedad que hay en toda su casa
desordenada yace y se revuelca por el suelo:
ella sin bañarse (envuelta) en vestido sin lavar,
sentada en los estiércoles engorda.
A la otra dios la hizo nacer de una malvada zorra,
es una mujer conocedora de todo: a ella no se le
oculta nada de lo malo ni de lo bueno,
pues, a menudo de las mismas cosas dice esto es malo,
esto es bueno; unas veces tiene un temperamento, otras veces tiene otro.
A la otra (la hizo nacer) de una perra, es dañina y el vivo retrato de su madre,
que quiere escucharlo y saberlo todo,
por todas partes mirando ávidamente y vagando
ladra, aunque no vea a ningún ser humano.
(7d EdmondsII,7.J. Ferraté 142. Rodríguez Andros I,8).
HIPONACTE DE ÉFESO
(S. VI fl. c. 542 a. C.)
Dos son los días más dulces de la mujer:
cuando alguien la toma por esposa y cuando ya muerta la lleva a
enterrar.
(I D. R Andrados II, 68)
a) Hermes, mi amigo Hermes, hijo de Maya nacido en Cilena,
te suplico, pues, estoy muy mal por el frío.
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Dale un abrigo a Hiponacte; una túnica corta,
chalas, zapatillas y de oro
unas sesenta estateras (5) del otro muro.
b) Dale un abrigo a Hiponacte, pues tengo mucho frío
y me castañetean los dientes.............
(24 a, b. R. Andrados II, 32 y 33)
(5) estateras: monedas de oro.
SAFO DE MITILENE
(S. VI fl. c. 590 a. C.)
Se han puesto la luna
y las pléyades (6) ya es medianoche,
las horas transcurren, y
yo duermo sola.
(G. Cammelli XI, 50)
Oh, Atis, se te hizo odioso de
mi preocuparte, y al lado de Andrómeda vuelas.
(1311 L – P. Ferraté 273)
Yo te conjuro, por la amistad nuestra,
que escojas otra de más pocos años,
pues yo, que mucho en la edad te excedo,
nada te sirvo.
Los astros alrededor de la hermosa luna
de repente ocultan su brillante figura
cuando ella, llena, en todo su esplendor resplandece
sobre la tierra.
Como la dulce manzana rojea en la rama más alta,
alta en la más alta punta, la olvidan los cosechadores.
Ah, pero no es que la olviden, sino que alcanzarla no
pueden.
(6) Pléyades: Las siete hijas de Atlante, cambiadas por constelaciones por Zeus para huir del amor de Arion.
POETAS LATINOS
CÁTULO
(87-54 a.C.)
Poemas a Lesbia
Vivamos Lesbia, amémonos
que nos importe un bledo
el cuchicheo de los viejos.
Puede morir el sol y renacer,
pero, una vez, que muera nuestra breve luz,
una y eterna noche dormiremos para siempre.
Dame mil besos, después cien.
Luego mil y otra vez cien
hasta otros mil y luego cien más.
Y, cuando ya sumemos muchos miles,
borrón y cuenta nueva para que no sepamos
cuantos besos llevamos ni lo sepa
ningún intruso envidioso.
Tan enredada está mi razón, mi Lesbia, por tu culpa
y por seguirte a ti está tan perdida,
que ya no podré estimarte por muy bien que te portes,
ni por muy mal que te portes dejaré de quererte.
MARCIAL
(40 -104 d. C.)
(libro I )
Qué es lo que dice esa puta? No me refiero
a tu mujer, Gongilion, sino a tu lengua.
(libro II )
¿Por qué crucificas, Póntico, a tu siervo
después de cortarle la lengua?
¿No sabes que el pueblo contará lo que él ya no dice?
(libro XI)
Miente quien dice, Zoilo, que tú eres vicioso.
Tú eres el vicio en persona.
POETAS NICARAGÜENSES
ERNESTO CARDENAL
(1925 Granada, Nicaragua)
(de Gethsemaní, ky)
Yo apagué la luz para poder ver la nieve.
Y vi la nieve tras el vidrio y la luna nueva.
Pero vi que la nieve y la luna eran también un vidrio
y detrás de ese vidrio Tú me estabas mirando.
(de Epigramas)
Me contaron que estabas enamorada de otro
y entonces me fui a mi cuarto
y escribí ese artículo contra el Gobierno
por el que estoy preso.
(de Epigramas)
Yo he repartido papeletas clandestinas,
gritando: ¡VIVA LA LIBERTAD en plena calle
desafiando a los guardias armados.
Yo participé en la rebelión de abril:
pero palidezco cuando paso por tu casa
y tu sola mirada me hace temblar.
(de Epigramas)
Al perderte yo a ti tú y yo hemos perdido:
yo porque tú eras lo que yo más amaba
y tú porque yo era el que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otras como te amaba a ti
pero a ti no te amarán como te amaba yo.
(de Epigramas)
De pronto suena en la noche una sirena
de alarma, larga, larga,
el aullido lúgubre de la sirena
de incendio o de la ambulancia blanca de la muerte,
como el grito de la yegua en la noche,
que se acerca y se acerca sobre las calles
y las casas y sube, sube, y se aleja
y crece, crece, baja y se deja
creciendo y bajando. No es incendio ni muerte
Es Somoza que pasa.
(de Epigramas)
De estos cines, Claudia, de estas fiestas,
de estas carreras de caballos,
no quedará nada para la posteridad
sino los versos de Ernesto Cardenal para Claudia
(si acaso)
y el nombre de Claudia que yo puse en estos versos
y los de mis rivales, si es que yo decido rescatarlos
del olvido, y los incluyo también en mis versos
para ridiculizarlos.
CLARIBEL ALEGRÍA
(1924 Estelí, Nicaragua)
Por las noches
Por las noches
en sueños
más de un amigo muerto
resucita
al despertar
me pregunto
si ellos también
me han soñado.
Deya
Aquí todos caminamos por los muros
sólo algunos lo saben
la mayoría piensa
que sigue caminando
en tierra firme.
DAISY ZAMORA
(1950 Managua, Nicaragua)
Hasta las últimas consecuencias
Mi corazón es combatiente
a tiempo completo:
No hay cerco que valga y no pueda romper
aunque muera en al defensa
de nuestro territorio.
Comandante dos
Dora María Téllez
de 22 años
menuda y pálida
de botas, boina negra
el uniforme de guardia
muy holgado.
Tras la baranda
yo la miraba hablar a los muchachos
bajo la boina la nuca
blanca
y el pelo recién cortado.
(Antes de salir, nos abrazamos)
Dora María
la aguerrida muchacha
que hizo temblar de furia
el corazón del tirano.
ROSARIO MURILLO
(1951 Managua, Nicaragua)
(de Un deber de cantar)
Dejaré aquí un silencio
vos cúbrelo de canciones y tierra
dale músculos, sangre
furiosas ganas de vivir, aliento nuestro
así el cansancio podrá sorprendernos
Sin arrepentimientos
una mañana cualquiera.
(de Un deber de cantar)
Pensaba hoy
un nombre para la alegría
un color para la tristeza
me contestaba tu voz
firme hasta la muerte.
Hombre, de qué nos sirven las noches
Hombre, de qué nos sirven las noches
si hemos abandonado el amor
solo a su propia suerte
mudo y arrinconado como una anciana guitarra
que dejó de cantar.
Para qué sirve la brisa, este amarillo que encendimos
los barquitos de papel sobre el estanque del parque
los chingorros brillantes que dejamos
sobre la misma pared donde claváramos, ilusionados,
los sueños.
De qué nos sirve este montón de esperanza entre las manos
a qué jugar con gotas de rocío que nos empapen el cuerpo
con tardes que nos enciendan el pelo
a qué, si hemos perdido la tierra
y la batalla.
LA ANTIPOESÍA
NICANOR PARRA
(1914 Chillán, Chile)
(XXXIII, de Nuevos sermones
y prédicas del Cristo de Elqui))
El HERROR es una fuerza motriz
ay del humano que no yerra nunca!
si Colón no se hubiera equivocado
no existiría América del Sur
Si no se hubiera equivocado Hitler
no existiría América del Norte
si no se hubiera equivocado Mahoma
todos ahora seríamos musulmanes.
(2, de Versos de salón)
He preguntado no sé cuantas veces
pero nadie contesta mis preguntas.
Es absolutamente necesario
que el abismo responda de una vez
porque ya va quedando poco tiempo
(de Guatapique)
Para qué molestarse escribiendo cuentos
ensayos novelas etc.
cuando todo puede expresarse mejor en verso
para eso se hizo la poesía
para decir las cosas a poto pelao
(de Guatapique)
Capitalistas y Socialistas
del mundo uníos
antes que sea demasiado tarde.
Chile
Da risa ver a los campesinos de Santiago de Chile
con el ceño fruncido
ir y venir por las calles del centro
o por las calles de los alrededores
preocupados-lívidos-muertos de susto
por razones de orden político
por razones de orden sexual
por razones de orden religioso
dando por descontada la existencia
de la ciudad y de sus habitantes:
aunque está demostrado que los habitantes aún no han nacido
ni nacerán antes de sucumbir
y Santiago de Chile es un desierto.
Creemos ser país
y la verdad es que somos apenas paisaje.
TERESA CALDERÓN
(1955 La Serena, Chile)
Informe
Arrestado en su domicilio
a medianoche
mientras pensaba
sorprendido “de facto”
en clandestina asamblea
consigo mismo.
Ultramundo
Hay en otra parte un país
donde en verdad la muerte
es asunto delicado
pero nunca una cuestión
del otro mundo.
Escritura
Escribo menos de lo que veo
Y veo bastante menos de lo que hay.
Sin embargo sería suficiente
tomar un haz de palabras
y salir a errar
por la página en blanco
sin perder de vista
que el mundo es largo
pero nunca el único.
DOCUMENTACIÓN BIBLIOGRÁFICA :
Poetas Griegos clásicos: Héctor García Cataldo. Lírica Griega Arcaica del Siglo VII a. C.Antología de Fragmentos. De Arquíloco a Anacronte. Centro de estudios Griegos Bizantinos y Neohelénicos “Fotias Malleros” Facultad de Filosofía y Humanidades, Universidad de Chile. Valparaíso. 1998.
Himnos Triunfales Con Odas y Fragmentos de Anacreonte, Safo y Erina: Editorial Yereni Barcelona España 1954.
La vida común en versos latinos: Ernesto Cardenal. Cátulo/ Marcial. Ediciones Tácitas, Ancud. Chile. 2004.
Antología de Ernesto Cardenal: selección, prólogo y Notas Jaime Quezada. Editorial Universitaria. Santiago Chile 1994
Nicanor Parra: Poemas para combatir la calvicie. Compilador Julio Ortega Fondo de cultura económica Sgto. Chile 1996
Poesía chilena de hoy: De Parra a nuestros días. Selección de Erwin Díaz. Documentas / Literatura. Santiago Chile 1992.
Guía para talleres de poesía: Osvaldo Ulloa Cemor-Asel Chile. Centro Ecuménico Mons. Oscar Romero - Acción Social Ecuménica Latinoamericana. Santiago de Chile 1990.