Transeúntes literarios
  La armonía del tren...
 
 
  
LA ARMONÍA DEL TREN Y ESA INEFABLE MÚSICA

 



A PESAR DE TODO 
(Fragmentos)

Alguien bebe el vino que me falta
Alguien paga por mí
Alguien roba lo mío
Alguien, alguien se lleva mis misas
furtivamente hacia el abismo.
 
Alguien estudia leyes
por nosotros
Alguien corta un pie
por nosotros
Alguien teje
para nosotros.
 
Canta un martillo al viento
tejiendo el puño de madera la casa
que ha de construir el padre.

Alguien introduce un azadón
en la tierra
y canta el viento su voz de surco.
 
Otro
carga su mochila
junta todas las manos
y remonta una gran ronda
                        llena de pájaros.
 
Alguien dialoga quieta
suave, suave mente
con las abejas
y una línea metálica cruza sonora
la mañana de vidrio desnudo.
 
Alguien camina
en sentido contrario
Alguien mira
hacia atrás
Alguien
en un recodo del camino
con todos sus caminos, espera.
 
Alguien
remueve
los escombros
 
Alguien
lucha con sus fantasmas
 
Ese,       viaja
en un barco de papel.
 
Alguien sostiene
una caña de pescar
porque ha florecido el fruto
y deja ese sonido y ese día guardado
en un vagón antiguo.
 
Alguno hay
que se duerme
mirando las estrellas
y su rostro se llena de luces
en asombrados párpados
de mañana nupcial.
 
En algún lugar
Alguien rasga sotanas
y los cielos
quiebran
la sábana azul de los tiempos.
 
Alguien
en algún lugar
acaricia su perro
amplio de sonrisa y agua
para sentir sus manos claras
para no herirse de ayer.
 
Alguien
alguien
en algún lugar
alguien
hace el amor
por amor.
 
En algún lugar
quedan
unos zapatos sin dueño
son suelas que se apegaron al ser
cada mañana al alba
Que conocen de los párpados abiertos de
el que puso el calzado en su atavío
encaminó su osamenta
cantó y sació su sostenida sed
en la infinita vigilia
             de sus vibrantes pasos.
 
También existe alguien
en algún lugar
que no tiene diccionario ni lápiz
(cada uno tiene su autosacramental)
Todos giramos en el mismo círculo
e n toda la armadura del idioma
en todo el chasquido de las lenguas,
en el justo tiempo designado y único
a cada ser preciso
En todos los matices y los compases
del tren
y esa inefable música.

Hoy
un amigo ha estado
contándome de su penar
de su dolor sumergido
del silencio de sus horas
Y sus grandes ojos rojos
combatieron el dolor
como el guerrero inútil
como el poeta que no tiene el verbo
Como una ronda de niños
sin niños.
 
Envuelto en amplio manto
el peregrino toca el rocío
Intacto
desciende la escalinata interior
Cuando detiene sus pasos
agoniza en la feria
y el espantapájaros
             sonríe entre los vientos.
 
Entonces ardo
como una noche quebrada
y quisiera sentarme
bajo el único árbol
silenciosa
sin boca
ni ojos
ni ponerme vestidura alguna y llorar
inmensamente llorar
hasta que la ira
se vaya de mi asombro
Y aún entonces
esperar la dulzura
Aún entonces.
 
Porque buscamos
los límites del verdor del agua
somos el hombre que no tiene amada
donde descansar sus ríos
Porque somos las ciudades inconclusas
somos
la mujer que no tiene esposo
donde reposar los sueños
Porque nos sacudimos el poniente rojo
somos, aquel que se acuesta
sólo con sus sábanas
y no podemos trepar sobre las nubes
ni vestirnos de lluvia
y la música terrible no baña nuestros párpados
ni reposamos en la honda libertad
que sostiene la jornada.
 
Porque somos
sí, porque somos
los pasajeros del tranvía inevitable
somos la brevedad del día
Somos los que en tiempos fríos
encontramos una mano anónima
de un hermano del taxi
 
Porque somos, sí, porque somos
los que cabeza pensadora piensan
(cuando pensar se nos puede hacer posible)
en cada cosa que nos circunda
 
Porque somos, sí, a pesar de todo
los que asimos entre los dedos
un pequeño olvido
un paisaje verde guardamos en los bolsillos
y no descansamos los sueños
ni el dejar de amar
                   se nos puede hacer posible.

   

 Aquí
en la extensión de mi nostalgia
se queja
y se queda trasnochada
la negra noche de las súplicas
y el gallo canta
 más de tres veces

 
 
 
 

 
© Magdalena Fuentes Zurita
La Armonía
del Tren y Esa inefable Música
Registro Propiedad Intelectual Nº 94.862
I.S.B.N. Nº 956-272-341-0
Derechos Reservados.

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